Vitamina D

Cada vez más estudios corroboran los beneficios de la vitamina D. De ahí que sea importante asegurarse un aporte óptimo, bien a través de la dieta o de la exposición al sol, una de sus grandes fuentes. A continuación recogemos los últimos hallazgos, que vinculan su déficit a raquitismo, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer, y cómo podemos obtenerla.

Para la salud ósea y más…

La vitamina D es un nutriente único ya que puede obtenerse tanto por medio de la alimentación como de la acción de la luz solar sobre la piel. Es esencial para el aprovechamiento óptimo del calcio por parte del organismo al promover su absorción en el intestino. Por eso, la vitamina D tiene un papel importante en la prevención de la osteoporosis y en la reducción de fracturas derivadas de caídas, lo que constituye un problema significativo en las mujeres de más de 50 años. Además, la deficiencia de vitamina D está asociada con el raquitismo, un trastorno que produce reblandecimiento y debilitamiento de los huesos.

Sin embargo, tener niveles bajos de esta vitamina no sólo afecta a nivel óseo sino que también se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, según investigadores del Framingham Heart Study. Asimismo, los niveles bajos de vitamina D parecen estar asociados a un mayor riesgo de infarto de miocardio en hombres, según evidencia un estudio de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Harvard y del Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos), publicado en Archives of Internal Medicine.

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Publicado el

7 noviembre, 2016

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